There are exactly four of them

22.11.2019 – 15.02.2020

“     la manera en que sabrías que llegó la primavera era que alrededor del fin de marzo podías escuchar retumbos de tronadas cañonazos que expresaban la fractura de los hielos en el río oh mi dios así dirías debe ser ya primavera el hielo está quebrándose en el río       y era como una serie de lejanos retumbos de tambor brrrarrrmbrurrurrm       sin embargo esta advertencia no lograba reanimarte       porque el cielo continuaba gris y frío y los árboles seguían sin amparo”1

La forma en que David Antin describió los primeros signos de la llegada de la primavera en el estado de Nueva York en su ‘talk poem’ (poema hablado) La primavera el amor el ruido y todo está bastante lejos de lo que comúnmente se espera .Su descripción del hielo que se rompe en el río, enfriando el agua y dándole un color terrible, de alguna manera sintetiza cuál es la distancia entre expectativa y experiencia ; un tópico banal que en realidad es muy importante y aún difícil de asimilar. Los poemas hablados de David Antin son improvisaciones durante sus charlas en las que se dirige al público con simples pensamientos sobre el clima, un viaje en tren o una amistad. La digresión dio forma a sus poemas, creando un equilibrio entre las expectativas, los pensamientos espontáneos y la intervención del entorno inmediato (experiencia). Esta actitud poética de dejar que las cosas sucedan le da al trabajo de Antin un tono muy especial. La exposición ‘There are exactly four of them’ marca el primer aniversario de la galería, explorando a través del trabajo de cuatro artistas internacionales la posibilidad de traducir esta sensibilidad poética en el espacio de la exposición.

En la obra de Nagor Amenabarro se muestran tres esculturas cilíndricas sobre una base de goma. La combinación del aspecto en bruto del material de construcción y un enfoque cuidadoso de la pintura crean una obra en la que, los variados gestos de recolección como de montaje abren a la artista un espacio dedicado a la experimentación dentro del campo de la pintura. Su trabajo, cuando no está pintando, se muestra en un plano, materializado por un trozo de papel, una mesa o una alfombra. Esto le permite a la artista llevar su trabajo al espacio material a través del prisma de la cuadrícula, la génesis matemática de tales planes.

Las instalaciones de Kate Newby redefinen completamente el interior y el exterior del espacio de exposición. El trabajo de vidrio que presenta en la entrada de la galería invita al espectador a experimentar el espacio frente a la ventana como un umbral, un espacio entre el interior y el exterior. El material, vidrio transparente, refuerza esta idea. La única referencia opaca sobre la que puede descansar el ojo es la cuerda colgante de color que da una vibración sutil a todo el espacio. Kate Newby describe su enfoque del trabajo cuando dice “ Al pensar en mi trabajo y pensar en hacer mi trabajo, a menudo doy vueltas alrededor de la naturaleza y el clima y la vida silvestre, aunque la mayoría de las veces termino aterrizando en cosas más pequeñas o donde la gente ha estado.”

Lo que nos lleva a la tercera voz en el espacio, Oscar Tuazon “Espero que el efecto de mi trabajo sea principalmente físico. Eso es lo que me gusta: caminar a través de algo, tener una experiencia de equilibrio”. El trabajo de Oscar Tuazon da forma a su propio entorno e invita al espectador a entablar una relación física con la materialidad del trabajo y el espacio que recibe el trabajo. El artista crea tal confrontación al forcar mucho las posibilidades del material, creando esculturas e instalaciones que casi se agrietan o incluso colapsan. Los límites físicos de la madera, el hormigón, el vidrio, el acero, etc. permiten al artista tomar otras decisiones, llevar el trabajo a otros lugares.

Finalmente, Jessica Warboys Sea Painting (Pintura del Mar) crea una apertura, una vista dentro del espacio de la galería. En Sea Painting, el proceso de fabricación está incrustado en la superficie del lienzo, Warboys los compara con una impresión donde se capturan el gesto y la ubicación. El lienzo se ha sumergido en el mar, una vez empapado, el lienzo se arrastra a la costa donde se dispersan los pigmentos minerales, lo que permite que las olas, el viento, la arena y los pliegues creen el motivo. El trabajo de Warboys está articulado por rituales (como performaces o poemas) que dirigen y se convierten en parte del proceso artístico en sí. Los rituales son una serie de decisiones que conducen a una deconstrucción y construcción simultánea del momento presente, que es fundamental para la práctica de Jessica Warboys.

El trabajo de estos cuatro artistas se instala en la galería para crear un espacio único en cual las obras puedan coexistir y conversar entre si con el público. Un espacio que de alguna manera es similar al escenario de David Antin, abierto a una realidad que podría corromper lo que uno podría esperar. “sabes cómo y cuándo llegará porque en tus expectativas llega siempre en el nítido orden en que llega una estación        porque hay exactamente cuatro de ellas”.2            

1, 2 (David Antin, Spring love noise and all, in What it means to be avant-garde, ED. New Directions, 1993)                                                                                                            

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