Water Language

13.05.2022 – 16.07.2022

La exposición Water Language (El lenguaje del agua) reúne obras de nueva producción de los artistas estadounidenses Shanai Haana Matteson (1982) y Oscar Tuazon (1975). Desde sus respectivos enfoques, ambos artistas tienen un compromiso a largo plazo con el trabajo colaborativo y cuestiones relacionadas con la equidad del agua, la resiliencia climática y la justicia social.

-

Matteson es cofundadora del Water Bar and Public Studio, un establecimiento comunitario en el norte de Minneapolis, y está involucrada en la creación de nuevas plataformas para que los artistas investiguen en colaboración con otros profesionales que trabajan en los campos de las ciencias ambientales y los recursos hídricos. Por su parte, Oscar Tuazon, desde hace más de una década, ha dedicado la mayor parte de su obra y vida a “Water School” (Escuela del Agua); una obra de arte funcional que a su vez es una escuela experimental para que estudiantes de todas las edades se involucren en el diálogo y el trabajo colaborativo entorno al agua. Primero en Los Ángeles, después en Nevada, seguido de Minnesota y que sigue extendiéndose a otros lugares. Matteson y Tuazon se conocieron hace unos años mientras ambos participaban en las protestas medioambientales, de salud pública y derechos civiles que surgieron en oposición a la construcción del oleoducto Dakota Access en Dakota del sur y del norte junto a la reserva Standing Rock de la tribu Sioux. Y más recientemente han coincidido en la oposición a la construcción del oleoducto Línea 3 en Minnesota y White Earth Territory, donde creció la propia Matteson. Inspirados por la activista, economista y ecologista nativa americana Winona LaDuke, que ha dedicado su vida a abogar por el control indígena de sus tierras, los recursos naturales y las prácticas culturales, Matteson y Tuazon, se han unido a estas luchas con las herramientas que tienen a mano, como artistas.

La exposición en la galería Cibrián de San Sebastián se concibió como una conversación entre ambos, tanto en el espacio de la galería como, literalmente, dentro de la publicación que la galería está produciendo para la muestra como parte de su proyecto Atalka-Atalka. En palabras de los artistas mientras conversan para la publicación:

Oscar: Las lecciones de ecología indígena son realmente esenciales en este momento para preservar
la salud de nuestro medio ambiente, ya sea en Minnesota o en San Sebastián. El profundo conocimiento transgeneracional de cómo se mueve el agua debajo de la tierra es algo que en la actualidad la ciencia sigue intentando entender. Y en términos de ecosistemas forestales, cómo funcionan los bosques saludables… la ciencia occidental tiene mucho camino por recorrer solo para comprender algunos de los preceptos básicos de los que los pueblos indígenas han estado hablando durante mucho, mucho tiempo. Entonces, en lugar de pensar en sistemas globales y economías globales, estamos en un punto en el que se vuelve necesario reinvertir en el conocimiento local. Eso, para mí, es el principal entendimiento: el agua nos conecta a todos y pertenecemos al agua donde vivimos. Conocer el agua que bebemos puede ser una parte esencial de nuestra educación y nuestro sentido de pertenencia en el mundo. Shanai, tu obra de arte pública Water Bar demuestra esto de una manera muy profunda. Solo sirves agua. Y así se anima a la gente a experimentar un lugar a través de la degustación. Es a la vez tan esencial como etéreo.El conocimiento autóctono está ahí. Tenemos que ser conscientes de cómo se distribuye ese conocimiento. Ya que también sucede algo similar al extractivismo, y las prácticas extractivas incluyen la extracción de conocimiento. Si los ecosistemas van a ser realmente restaurados, no puede ser a costa del conocimiento local.

Shanai: Un tipo de mentalidad capitalista o colonialista puede llegar a impregnar a las personas, su comprensión, é incluso la cultura activista para que se vuelva extractiva o apropiativa. Y eso es algo de lo que se habla mucho. Creo que trato de ser muy consciente de eso, y eso significa siempre reflexionar sobre los sistemas en los que estoy trabajando o viendo a través. Realmente se trata de desafiarme a mí misma y a los que me rodean a no continuar en esas estructuras extractivas o explotadoras, o que eliminan las contribuciones de los pueblos indígenas. Y también siempre tengo que tener respeto por todo lo que no es para mí. Hay muchas cosas que se guardan en secreto dentro de las comunidades nativas y que se deben respetar, hay formas de hacer las cosas, hay prácticas y protocolos y algunos son abiertos y otros no. Y hay una historia de violencia que subraya por qué eso es importante. Pero siempre hay trabajo que hacer. La palabra pertenencia es extraña, pero todos tenemos una conexión muy profunda con la tierra y el agua si llegamos acceder a ella. No necesitamos apropiarnos de otra cultura para encontrar nuestra conexión.El idioma es algo muy importante. Tal como lo has dicho, Oscar, las ecologías indígenas son realmente vitales para la salud futura de este planeta, para la gente y para la tierra. Y creo que mucho de eso está conectado con el idioma, por lo que creo que necesito apoyar la revitalización de las lenguas indígenas de la manera que pueda. Es algo que creo que es importante. Incluso en nuestro día a día… Lo he estado intentando, voy a comenzar a impartir clases de idioma indígena, como si fuera una misionera, como si hubiera una mesa online abierta a la que todos están invitados a unirse. Quiero averiguar cómo incorporar más el idioma Anishinaabe en el trabajo que estamos haciendo en la tierra de aquí.

Water Language, título y proyecto de esta exposición de Shanai Haana Matteson y Oscar Tuazon en la galería Cibrián de San Sebastián, es ante todo una invitación a mantener esta conversación abierta, y a hacerla aún más colectiva y vital.

+ Ver más

Suscríbete a nuestra newsletter