Water Language

atalka-atalka

El no. 2 de Atalka-Atalka es una conversación entre los artistas Shanai Matteson, Oscar Tuazon y el comisario y editor Thomas Boutoux. Se publicó con motivo de la exposición Water Language de Shanai Matteson y Oscar Tuazon en la galeriá Cibrián del 13 de mayo al 16 de julio de 2022.


Thomas: ¿Cómo empezó la conversación entre vosotros dos? ¿Cómo os enterasteis de la actividad y el compromiso del otro en torno a problemas relacionados con la protección del agua y los derechos a la tierra antes de entrar realmente en contacto a través de la oposición a la construcción del oleoducto Line 3 en Minnesota y a Enbridge, la compañía canadiense de infraestructuras energéticas que lo ha estado construyendo?


Shanai: Creo que sí que estábamos al tanto del trabajo del otro. Nuestros caminos se habían cruzado un poco aquí y allí…


Oscar: Formamos parte de un montón de gente que está tratando de implicarse en estos problemas con las herramientas de las que disponemos. Y como artistas, esto es lo que tenemos. A veces me río cuando miro el tipo de mapas que actualmente estoy tratando de hacer. Estoy cartografiando mucho esta área, tratando de comprenderla, aunque soy realmente un aficionado y mi conocimiento tal vez no sea muy sofisticado, pero eso no me detiene. Es algo que me atrae y me siento cómodo implicándome en ello con las herramientas que tengo. 


Shanai: La primera vez que escuché hablar del Line 3, miraba esos mapas, ¿no? Entraba en Google y trataba de orientarme por el territorio a través de Google Earth View. En ese momento, desde Minneapolis, donde vivía, trataba de cartografiar eso en mi memoria y en mi comprensión de este lugar, puesto que he crecido aquí, y realmente miraba Google Maps y trataba de coordinar eso con los datos GIS que tenían en sus propuestas y conducía hasta aquí y trataba de orientarme y  eso realmente da forma a lo que pienso de este lugar. Ya sabes, es como los recuerdos de esos mapas. Los mapas de construcción se utilizaron durante el movimiento, mientras la gente planeaba distintas acciones. Los mapas se convirtieron en algo importante. Y pienso que tú trabajas con esos mapas y que lo que yo estoy creando es una especie de mapa.

Oscar: ¿También recorriste parte del oleoducto viajando? Shanai: Sí, trabajaba con otra artista, Sarah Pajunen, que es compositora, música y artista de sonido. Vino conmigo en ese viaje. Fui en bicicleta desde el final del oleoducto, que está en Superior, Wisconsin, justo a la orilla del Lago Superior, y seguí esa ruta hasta llegar a la frontera de Minnesota y Dakota del Norte, parándome en todos los cruces de aguas en los que el oleoducto todavía no había atravesado el agua y visitaba cada uno de los lugares donde se estaban preparando para perforar. Fue durante una pausa en la construcción, cuando hace alrededor de un año tuvieron que pararla por la temporada de barro. Me parece precioso que lo único que realmente pudo detenerles durante algún tiempo fuese el barro, la mezcla del agua y la tierra. Así que visitamos todos esos sitios y Sarah los filmó con un dron en aquel momento, justo antes de la perforación. Y también hizo algunas grabaciones de sonido sumergiendo el equipo de audio en el río.

Thomas: ¿Y cuánto duró el viaje? ¿Y qué longitud tiene el oleoducto?

Shanai: Terminó siendo un viaje de unas 420 millas. Y lo hice en unos ocho días. Y me encanta haberlo hecho, ¿sabes?, porque fue la primera vez que experimentaba ese entorno. Cambia mucho con las estaciones, y estuvo muy marcado por la época del año en la que estábamos y el momento en el que se encontraba la construcción del oleoducto. Vi todas las zonas de obras en las que no había trabajadores porque todos estaban inactivos y algunas de ellas estaban bajo el agua porque era primavera y estaban inundadas. Nos sentamos junto a los cruces del río y en la zona de obras y Sarah metió los hidrófonos en el agua y pudimos escuchar el río.

Oscar: Eso es llegar a un gran nivel de intimidad con ese río y esa tierra. Una de las cosas que he estado tratando de pensar o de comprender es, como tú dices, que el paisaje es realmente distinto en función de las estaciones. Es siempre un mosaico de agua y tierra. Lagos, ríos y humedales están todos conectados. Y yo trazo esos mapas preguntándome: ¿dónde fijas exactamente el límite entre el agua y la tierra? Depende mucho del tiempo, y un área que puede estar completamente inundada en primavera después se cubre de vegetación en otoño. He estado utilizando esos mapas de medición geológica del USGS que el gobierno tiene disponibles. Y me veo absorto en la cuestión del límite y la frontera. A veces no puedo distinguirla: ¿eso es agua o es tierra? Pero esa fue también mi experiencia cuando estuve sobre el terreno, puedes caminar por una zona boscosa, con árboles, y verte con agua hasta las rodillas. Es como imposible distinguir dónde está el límite.

Shanai: Cambia muchísimo con el tiempo, especialmente en el alto Mississippi; o sea, desde la cabecera hacia abajo, hasta las Twin Cities, creo, el río no está canalizado del modo en que lo está en la parte sur de Estados Unidos. Así que se mueve, y creo que con más frecuencia de lo que la gente percibe. El lugar en el que vivimos aquí, Anishinaabe, está en un bosque ribereño. Así que durante parte del año el área donde teníamos nuestro campamento está bajo el agua. Simplemente depende de la estación. Y el año pasado hubo una temporada de inundaciones bastante histórica, así que tuvimos que recogerlo todo y moverlo. Y el río se desbordó y luego bajó y después tuvimos una sequía histórica. Y parte del debate en torno al oleoducto es que Enbridge había recibido permisos para bombear una cierta cantidad de agua porque tienen que bombearla a donde tienen que sacar el agua de la tierra. Acabaron consiguiendo un permiso especial de apropiación de agua en mitad del verano por 5.000 millones de galones. Les subieron el permiso de modo que pudiesen bombear mucha más agua. Y solo pagaron 150$ por su permiso.

Thomas: He leído que cada valoración en la que Enbridge se equivoca, como la cantidad de agua que tendrían que bombear, evidencia el miedo a haberse equivocado en algo más, como el riesgo de un vertido de petróleo al río, obviamente.

Shanai: Bueno, de nuevo volvemos a los mapas, porque cuando estaban trazando el oleoducto estaban mirando la pantalla de un ordenador, mirando mapas, y simplemente buscaban la ruta más directa en términos de cuánto iba a costarles en tiempo y en obras. No estaban pensando dónde había agua o cuáles eran las condiciones de ese entorno y terminaron perforando un par de acuíferos. Y esa agua está bajo presión justo bajo tierra. Así que cuando haces un agujero sale a borbotones y al menos uno de ellos sigue fluyendo. No pueden cerrarlo. No lo entendieron porque no estaban sobre el terreno.

Thomas: Oscar, ¿cuándo estuviste allí por primera vez?

de un vertido de petróleo al río, obviamente. 


Shanai: Bueno, de nuevo volvemos a los mapas, porque cuando estaban trazando el oleoducto estaban mirando la pantalla de un ordenador, mirando mapas, y simplemente buscaban la ruta más directa en términos de cuánto iba a costarles en tiempo y en obras. No estaban pensando dónde había agua o cuáles eran las condiciones de ese entorno y terminaron perforando un par de acuíferos. Y esa agua está bajo presión justo bajo tierra. Así que cuando haces un agujero sale a borbotones y al menos uno de ellos sigue fluyendo. No pueden cerrarlo. No lo entendieron porque no estaban sobre el terreno. 

Thomas: Oscar, ¿cuándo estuviste allí por primera vez?


Oscar: En 2018, fui al final de la primavera y otra vez al final del verano.

Shanai: Y creo que en ese mismo momento yo estaba justo empezando a trabajar con Winona y Honor the Earth, porque había estado haciendo algo de trabajo en torno al agua. Tipos de 

Oscar: En 2018, fui al final de la primavera y otra vez al final del verano.

Shanai: Y creo que en ese mismo momento yo estaba justo empezando a trabajar con Winona y Honor the Earth, porque había estado haciendo algo de trabajo en torno al agua. Tipos de conceptualizaciones parecidas, como tratar de crear un espacio a través del arte, que es lo que conocemos y nuestra manera de trabajar para que la gente entable debates.

Oscar: Sí, había una auténtica sensación de urgencia en aquella época. Yo planté un árbol cuando llegué por primera vez con la intención de volver. La segunda vez estaba con un grupo pequeño. Pasamos unos cuantos días en el campamento empezando a construir un pequeño edificio pensado para ser una biblioteca dedicada al agua. Está en el centro de ese campamento, que es realmente activo en el adiestramiento y el apoyo a una comunidad de activistas. La propia Winona es una increíble biblioteca de conocimiento, que transmite en sus propios escritos, y su manera de explicar estos problemas es muy directa, comprensible y persuasiva. Y eso es lo que me llevó allá. Simplemente leer su trabajo. Y esa era la idea: crear un espacio para ese tipo específico de conocimiento y estudio. Esa era la idea. Se apoya en el conocimiento sobre el agua acumulado durante generaciones en Anishinaabe. Tener una biblioteca muy centrada en el agua de aquí y continuar el trabajo.

Shanai: Era algo en lo que ella estaba pensando cuando preparó el espacio en el que vivo ahora, el otro cruce del oleoducto sobre el Mississippi. Su visión para este espacio era una especie de escuela del agua y un centro de recepción para activistas y protectores del agua, gente que quiere aprender, conectar con la tierra, establecer relaciones. Y eso es lo que hicimos aquí a lo largo del año pasado y lo que seguimos haciendo.

Thomas: Has mencionado que una de las estrategias de Enbridge fue crear un ambiente de división entre las comunidades.

Shanai: Sí. O sea, me da la sensación de que es una de esas cosas del capitalismo y las extracciones corporativas, que tiene que haber un ambiente que favorezca ese tipo de extracción. Y, ¿sabes?, creo que meten mucho dinero en cuerpos policiales. Meten mucho dinero en organizaciones políticas que apoyan su trabajo. Meten mucho dinero en organizaciones comunitarias para que se posicionen aquí como miembros de la comunidad, incluso si son una empresa enorme con base en Canadá. Así que para cuando comenzó la construcción del oleoducto ya se había montado una historia aquí sobre quiénes eran los protectores del agua, esa idea de que era gente venida de fuera, gente que no era de aquí. Publicaban los lugares de residencia de todo aquel que era arrestado o detenido. Pero al mismo tiempo todo ese relato está levantado sobre un largo legado de colonialismo y supresión de los indígenas que pertenecen a este lugar. Así que es extraño cómo utilizan todas esas cosas los unos contra los otros. Y todo ello tiene que ver con crear un ambiente en el que la gente apoye a una empresa a instalar un oleoducto peligroso. Sin ningún beneficio real para la salud a largo plazo de la comunidad.

Thomas: Debe de ser muy duro, además, lidiar con este tipo de historias…

Shanai: En The Intercept se ha escrito buen material sobre la idea de qué es realmente la contrainsurgencia. Y en Standing Rock pagaban a la gente. Pagaban a agentes, ya sabes, como TigerSwan, a personas que estaban sobre el terreno simulando ser activistas, infiltrados en el movimiento. Lo tenían vetado. Enbridge tenía vetado específicamente en sus permisos hacer esto. La Comisión de Servicios Públicos de Minnesota dijo que era ilegal que Enbridge hiciese ese tipo de trabajo aquí. Y en lugar de eso pidieron a Enbridge que abriera una cuenta para pagar a policías. Así que pensaron que se lo estaban saltando básicamente vetando ese tipo de contrainsurgencia, pero después creando otra completamente distinta financiando y poniéndose del lado de los cuerpos de policía locales y estatales. Esos agentes de policía viven aquí. Como policías de Aiken County, saben quién soy porque yo también vivo aquí. Así que no necesitan contratar a nadie para venir y contar historias. Simplemente llaman a mis vecinos. Ya sabes, el sheriff llamó a mi madre o mi tía llamó a mi hermano y contaron historias sobre mí. Y fue de manera deliberada para tratar de reducir el apoyo de la gente de aquí.

Oscar: La historia de la infiltración viene desde los tiempos de COINTELPRO y los comienzos del activismo ecológico liderado por indígenas. Dentro de estos espacios activistas la gente es muy reservada y cautelosa porque, por ejemplo, esto fue realmente un problema en Standing Rock. Y la cuestión siempre es la misma: ¿en quién puedes confiar? Y esto siempre ha estado detrás de ese tipo de infiltración. Crear paranoia y desconfianza entre personas que podrían estar trabajando juntas. Así que es todo un desafío. Admiro el cuidado y la vigilancia dentro de esos entornos y el modo en el que las personas responden las unas por las otras. Pero es todo un reto trabajar de esta manera.

Shanai: Sí, hubo un montón de conversaciones a lo largo del año pasado sobre cultura de la seguridad y cómo es diferente en los distintos lugares. Ya sabes, algunos de los campamentos y comunidades tenían protocolos de seguridad muy estrictos. Nadie usaba su nombre. Realmente tenías que ser aceptado e invitado a entrar a esos espacios. Y otros eran mucho más abiertos. Nosotros estábamos muy abiertos al público, porque teníamos que estarlo por muchas razones. Y eso lo hizo difícil en algunos aspectos. Y entonces, sí, me acusan. Recibo una repugnante acusación por delito de conspiración y me juzgan en Aiken County por conspiración y por ayudar y ser cómplice de otros activistas. Y se basaba en fotografías y vídeos que había en Facebook. Pero también había policías infiltrados aquí, porque éramos un campamento abierto.

Thomas: ¿También grabas nuevas historias, nuevas historias orales, para la biblioteca del agua? ¿O consiste en su mayor parte en publicaciones históricas que ya existían? ¿Los contrarrelatos que se están inventando hacen que haya prisa por grabar y publicar las historias “reales”, por así decirlo?

Oscar: Es algo que sigue en marcha, todavía en su estado emergente. Pero a través del trabajo de Winona hay una red de conexiones y parte de ella es histórica. Atraviesa los primeros tiempos del Movimiento Indio Americano y la Little Red Schoolhouse, que iniciaron miembros del Movimiento Indio Americano en Minneapolis. Edward Benton Banai, uno de los organizadores de aquello, trabajaba en revitalización y educación lingüística para jóvenes estudiantes. Así que hay un corpus de literatura gracias a eso y por supuesto la propia Winona está publicando muchas cosas. Y además a través de la cabaña la historia oral está siendo más o menos emitida y utilizada para dotar de una historia real y de una base legal a estos espacios. ¿Puedes hablar un poco de esto, Shanai?

Shanai: Sí, la construcción del oleoducto empezó oficialmente hacia el 1 de diciembre de 2020. Ya sabes, empezaron a talar hacia el río y después descubrieron una cabaña Midewiwin que había sido construida por Winona y Tania Aubid. Y resultó que estaba en la ruta del oleoducto. Así que tuvieron que parar las obras. No podían seguir talando árboles y llegar hasta el río porque esa cabaña está protegida por la Ley de Libertad Religiosa de los Indígenas Americanos, así como por los tratados que garantizaron el derecho, porque se trata de terreno público, a cazar, pescar, recolectar, rezar y practicar estilos de vida culturales en ese territorio. Aunque esto llegó a ser motivo de disputa, porque el condado y el estado de Minnesota no respetan en la actualidad aquellos tratados o leyes federales. Y ahí es donde se encuentran los procesos judiciales ahora. Jamie Arsenault, que es el responsable de conservación tribal histórica de Whiter, llegó y terminó parando la construcción en esa zona basándose en aquellas leyes, 300 pies en todas las direcciones desde la cabaña. No debían verse drones sobrevolando y vigilando. Y esa orden de parar las obras fue realmente una protección alrededor de esa cabaña. Y eso se convirtió en la base para posicionarse ante los tratados, y Tania entonces invitó a la gente a venir al territorio, montó un campamento alrededor de la cabaña y cuando Enbridge llegó para perforar, necesitaban estar en ese espacio porque tenían que monitorizar bajo el suelo cuando la perforadora bajaba y se suponía que no podían hacerlo. Y eso se convirtió en un enfrentamiento con la policía. El Departamento de Recursos Naturales y los agentes policiales de Aiken County básicamente escoltaron a Enbridge hasta la zona de esa cabaña violando todos aquellos tratados y la Ley de Libertad Religiosa. Y todo eso está documentado. Y aquello se convirtió un poco en la base de una disputa legal y espiritual, justo en ese lugar. El trabajo que estoy creando toca algo de esto porque la 1855 Treaty Authority terminó escribiendo una serie de memorándums a los estados y las fuerzas de seguridad, recordándoles que estaban violando esas leyes y tratados. Y todo eso es una especie de documentación básica de lo que ocurrió. En aquel lugar. Pero Winona habló de ello: las fuerzas de seguridad dijeron, oh, esto es solo una táctica dilatoria. Construyes esa cabaña justo aquí porque pretendes parar el oleoducto. Y Winona les explicó que la inserción de una cultura no está solo en el pasado. No se trata de toparse con objetos sagrados y entonces tener que parar la construcción. Se trata de gente viva en una cultura que está viva. Así que poder construir una cabaña de oración de la manera que le habían enseñado y del modo en el que se hizo es válido. Y en realidad no importa si está en el camino del oleoducto, el oleoducto no estaba allí cuando ella construyó la cabaña, ¿sabes?, y la construyó con el fin de rezar, que para empezar fue la razón por la que se le pidió que acudiese a esa zona para parar el oleoducto. Eso es. Porque hacer eso forma parte de sus responsabilidades espirituales hacia la Tierra, hacia el Creador. Y para mí eso era en cierto sentido una acción cultural muy, muy poderosa. Ni siquiera sé si ella la consideraría cultural, no sé cómo la interpreta, pero para mí, como artista, fue realmente algo que vi como relacionado con la cultura. Esto realmente tiene que ver con lo que significa para nosotros crear de la manera para la que hemos sido preparados en nuestras culturas y en nuestros lugares.

Oscar: Lo dijiste muy bien, Shanai, y la forma de emitirlo en tiempo real a través de las redes sociales fue algo muy poderoso como momento educacional y pedagógico para todo el movimiento. Pero creo que también para las comunidades de pobladores que viven en esas zonas o que están conectadas con ellas, que no tienen mucho conocimiento de leyes o tratados territoriales o de los verdaderos fundamentos legales de la tierra. Así que aquello fue un momento generoso en cuanto a exponer lo que es la Treaty Authority y también en cuanto a la continuidad espiritual de esas prácticas y el significado y valor subyacente de esos lugares. Y la idea de poder ver eso y seguirlo a través de las redes sociales era publicar, transmitir conocimiento a las nuevas generaciones.

Shanai: Y esa cabaña sigue en pie. Sigue ahí. Y la arboleda a su alrededor estaba protegida. Así que en realidad nunca talaron hasta el río por ese lado y la gente sigue visitando a Winona, sigue acudiendo a Winona y a Tania para rezar y ellas siguen invitando a otros a venir y experimentar ese espacio y a entender en lo posible lo que significa. Y para mí aquello fue un aprendizaje realmente profundo, estar allí y ver a esas mujeres detener un bulldozer, verlas de hecho empujar el bulldozer fuera del bosque hasta la carretera. Fue un momento realmente poderoso. Cuando Jimmy Arsenault llamó y dijo que tenían que establecer el perímetro alrededor de esa cosa, un grupo de nosotros que estábamos allí salimos con cintas métricas y formamos un círculo de 300 pies a su alrededor. Y experimentar eso, de esa manera, con mi cuerpo, estar en aquel lugar y después escuchar a Winona y Tania que querían apoyo para defender ese espacio. Gran parte de aquello, toda la lucha terminó girando en torno a la negociación de aquel espacio. Había un área a la que llamaban la zona de libre expresión que había sido establecida por el sheriff. Había otra área llamada la zona de exclusión, que había sido establecida por el Departamento de Recursos Naturales, y no podías entrar en esa zona, porque te arrestaban. Y después estaba el alivio, la cabaña y la protección a su alrededor. Y nosotros nos movíamos por ese espacio en un intento de impedir más destrucción. Y aquella fue mi experiencia de esa área cercana en la que ahora vivo. Todo ese año consistió en negociar esos distintos espacios.

Thomas: ¿La construcción del oleoducto ha terminado ya?

Shanai: Está acabado. Sí, el oleoducto está acabado. El oleoducto… El petróleo fluye a través de él. Perforaron bajo la cabaña violando todas aquellas órdenes. Y un grupo de nosotros estábamos allí, ¿sabes?, dormimos allí mientras aquello ocurría. Y aquella fue una experiencia realmente traumática para mucha gente, simplemente el estar allí mientras aquello ocurría. Ahora estamos en conversaciones sobre eso. Seguimos litigando en los tribunales sobre cargos concretos por los que la gente ha sido imputada. Y hay casos de derechos a los monumentos están también avanzando en los tribunales. Intentos de hacer a Enbridge responsable de las violaciones que cometieron durante el proceso de construcción. Y eso tal vez requiera una revisión medioambiental del oleoducto, cosa que nunca ocurrió. Nunca se hizo una declaración federal de impacto ambiental.

Thomas: ¿Hablamos sobre el trabajo que estás preparando para la exposición?

Shanai: Estoy haciendo piezas de tela, pero en realidad son cuatro piezas y son en cierto modo estacionales. Estoy utilizando tintes naturales para hacer diferentes colores. O sea, tengo un tinte hecho a partir de caléndulas, pero es medio naranja, y también un tinte hecho a partir de tierra que es como rojo. Y al juntarlos, pienso en ellos como en una especie de mapa de historias, una manera de reflejar un paisaje que tiene sentido para mí cuando se juntan todas esas piezas diferentes. Y utilizo impresión en relieve para introducir iThomas: ¿Cómo empezó la conversación entre vosotros dos? ¿Cómo os enterasteis de la actividad y el compromiso del otro en torno a problemas relacionados con la protección del agua y los derechos a la tierra antes de entrar realmente en contacto a través de la oposición a la construcción del oleoducto Line 3 en Minnesota y a Enbridge, la compañía canadiense de infraestructuras energéticas que lo ha estado construyendo?

Shanai: Creo que sí que estábamos al tanto del trabajo del otro. Nuestros caminos se habían cruzado un poco aquí y allí… Oscar: Formamos parte de un montón de gente que está tratando de implicarse en estos problemas con las herramientas de las que disponemos. Y como artistas, esto es lo que tenemos. A veces me río cuando miro el tipo de mapas que actualmente estoy tratando de hacer. Estoy cartografiando mucho esta área, tratando de comprenderla, aunque soy realmente un aficionado y mi conocimiento tal vez no sea muy sofisticado, pero eso no me detiene. Es algo que me atrae y me siento cómodo implicándome en ello con las herramientas que tengo. Shanai: La primera vez que escuché hablar del Line 3, miraba esos mapas, ¿no? Entraba en Google y trataba de orientarme por el territorio a través de Google Earth View. En ese momento, desde Minneapolis, donde vivía, trataba de cartografiar eso en mi memoria y en mi comprensión de este lugar, puesto que he crecido aquí, y realmente miraba Google Maps y trataba de coordinar eso con los datos GIS que tenían en sus propuestas y conducía hasta aquí y trataba de orientarme y eso realmente da forma a lo que pienso de este lugar. Ya sabes, es como los recuerdos de esos mapas. Los mapas de construcción se utilizaron durante el movimiento, mientras la gente planeaba distintas acciones. Los mapas se convirtieron en algo importante. Y pienso que tú trabajas con esos mapas y que lo que yo estoy creando es una especie de mapa.

Oscar: ¿También recorriste parte del oleoducto viajando?

Shanai: Sí, trabajaba con otra artista, Sarah Pajunen, que es compositora, música y artista de sonido. Vino conmigo en ese viaje. Fui en bicicleta desde el final del oleoducto, que está en Superior, Wisconsin, justo a la orilla del Lago Superior, y seguí esa ruta hasta llegar a la frontera de Minnesota y Dakota del Norte, parándome en todos los cruces de aguas en los que el oleoducto todavía no había atravesado el agua y visitaba cada uno de los lugares donde se estaban preparando para perforar. Fue durante una pausa en la construcción, cuando hace alrededor de un año tuvieron que pararla por la temporada de barro. Me parece precioso que lo único que realmente pudo detenerles durante algún tiempo fuese el barro, la mezcla del agua y la tierra. Así que visitamos todos esos sitios y Sarah los filmó con un dron en aquel momento, justo antes de la perforación. Y también hizo algunas grabaciones de sonido sumergiendo el equipo de audio en el río.

Thomas: ¿Y cuánto duró el viaje? ¿Y qué longitud tiene el oleoducto?

Shanai: Terminó siendo un viaje de unas 420 millas. Y lo hice en unos ocho días. Y me encanta haberlo hecho, ¿sabes?, porque fue la primera vez que experimentaba ese entorno. Cambia mucho con las estaciones, y estuvo muy marcado por la época del año en la que estábamos y el momento en el que se encontraba la construcción del oleoducto. Vi todas las zonas de obras en las que no había trabajadores porque todos estaban inactivos y algunas de ellas estaban bajo el agua porque era primavera y estaban inundadas. Nos sentamos junto a los cruces del río y en la zona de obras y Sarah metió los hidrófonos en el agua y pudimos escuchar el río.

Oscar: Eso es llegar a un gran nivel de intimidad con ese río y esa tierra. Una de las cosas que he estado tratando de pensar o de comprender es, como tú dices, que el paisaje es realmente distinto en función de las estaciones. Es siempre un mosaico de agua y tierra. Lagos, ríos y humedales están todos conectados. Y yo trazo esos mapas preguntándome: ¿dónde fijas exactamente el límite entre el agua y la tierra? Depende mucho del tiempo, y un área que puede estar completamente inundada en primavera después se cubre de vegetación en otoño. He estado utilizando esos mapas de medición geológica del USGS que el gobierno tiene disponibles. Y me veo absorto en la cuestión del límite y la frontera. A veces no puedo distinguirla: ¿eso es agua o es tierra? Pero esa fue también mi experiencia cuando estuve sobre el terreno, puedes caminar por una zona boscosa, con árboles, y verte con agua hasta las rodillas. Es como imposible distinguir dónde está el límite.

Shanai: Cambia muchísimo con el tiempo, especialmente en el alto Mississippi; o sea, desde la cabecera hacia abajo, hasta las Twin Cities, creo, el río no está canalizado del modo en que lo está en la parte sur de Estados Unidos. Así que se mueve, y creo que con más frecuencia de lo que la gente percibe. El lugar en el que vivimos aquí, Anishinaabe, está en un bosque ribereño. Así que durante parte del año el área donde teníamos nuestro campamento está bajo el agua. Simplemente depende de la estación. Y el año pasado hubo una temporada de inundaciones bastante histórica, así que tuvimos que recogerlo todo y moverlo. Y el río se desbordó y luego bajó y después tuvimos una sequía histórica. Y parte del debate en torno al oleoducto es que Enbridge había recibido permisos para bombear una cierta cantidad de agua porque tienen que bombearla a donde tienen que sacar el agua de la tierra. Acabaron consiguiendo un permiso especial de apropiación de agua en mitad del verano por 5.000 millones de galones. Les subieron el permiso de modo que pudiesen bombear mucha más agua. Y solo pagaron 150$ por su permiso.

Thomas: He leído que cada valoración en la que Enbridge se equivoca, como la cantidad de agua que tendrían que bombear, evidencia el miedo a haberse equivocado en algo más, como el riesgo de un vertido de petróleo al río, obviamente.

Shanai: Bueno, de nuevo volvemos a los mapas, porque cuando estaban trazando el oleoducto estaban mirando la pantalla de un ordenador, mirando mapas, y simplemente buscaban la ruta más directa en términos de cuánto iba a costarles en tiempo y en obras. No estaban pensando dónde había agua o cuáles eran las condiciones de ese entorno y terminaron perforando un par de acuíferos. Y esa agua está bajo presión justo bajo tierra. Así que cuando haces un agujero sale a borbotones y al menos uno de ellos sigue fluyendo. No pueden cerrarlo. No lo entendieron porque no estaban sobre el terreno.

Thomas: Oscar, ¿cuándo estuviste allí por primera vez?

Oscar: En 2018, fui al final de la primavera y otra vez al final del verano.

Shanai: Y creo que en ese mismo momento yo estaba justo empezando a trabajar con Winona y Honor the Earth, porque había estado haciendo algo de trabajo en torno al agua. Tipos de conceptualizaciones parecidas, como tratar de crear un espacio a través del arte, que es lo que “Formamos parte de un montón de gente que está tratando de implicarse en estos problemas con las herramientas de las que disponemos. Y como artistas, esto es lo que tenemos.” conocemos y nuestra manera de trabajar para que la gente entable debates.

Oscar: Sí, había una auténtica sensación de urgencia en aquella época. Yo planté un árbol cuando llegué por primera vez con la intención de volver. La segunda vez estaba con un grupo pequeño. Pasamos unos cuantos días en el campamento empezando a construir un pequeño edificio pensado para ser una biblioteca dedicada al agua. Está en el centro de ese campamento, que es realmente activo en el adiestramiento y el apoyo a una comunidad de activistas. La propia Winona es una increíble biblioteca de conocimiento, que transmite en sus propios escritos, y su manera de explicar estos problemas es muy directa, comprensible y persuasiva. Y eso es lo que me llevó allá. Simplemente leer su trabajo. Y esa era la idea: crear un espacio para ese tipo específico de conocimiento y estudio. Esa era la idea. Se apoya en el conocimiento sobre el agua acumulado durante generaciones en Anishinaabe. Tener una biblioteca muy centrada en el agua de aquí y continuar el trabajo.

Shanai: Era algo en lo que ella estaba pensando cuando preparó el espacio en el que vivo ahora, el otro cruce del oleoducto sobre el Mississippi. Su visión para este espacio era una especie de escuela del agua y un centro de recepción para activistas y protectores del agua, gente que quiere aprender, conectar con la tierra, establecer relaciones. Y eso es lo que hicimos aquí a lo largo del año pasado y lo que seguimos haciendo.

Thomas: Has mencionado que una de las estrategias de Enbridge fue crear un ambiente de división entre las comunidades.

Shanai: Sí. O sea, me da la sensación de que es una de esas cosas del capitalismo y las extracciones corporativas, que tiene que haber un ambiente que favorezca ese tipo de extracción. Y, ¿sabes?, creo que meten mucho dinero en cuerpos policiales. Meten mucho dinero en organizaciones políticas que apoyan su trabajo. Meten mucho dinero en organizaciones comunitarias para que se posicionen aquí como miembros de la comunidad, incluso si son una empresa enorme con base en Canadá. Así que para cuando comenzó la construcción del oleoducto ya se había montado una historia aquí sobre quiénes eran los protectores del agua, esa idea de que era gente venida de fuera, gente que no era de aquí. Publicaban los lugares de residencia de todo aquel que era arrestado o detenido. Pero al mismo tiempo todo ese relato está levantado sobre un largo legado de colonialismo y supresión de los indígenas que pertenecen a este lugar. Así que es extraño cómo utilizan todas esas cosas los unos contra los otros. Y todo ello tiene que ver con crear un ambiente en el que la gente apoye a una empresa a instalar un oleoducto peligroso. Sin ningún beneficio real para la salud a largo plazo de la comunidad.

Thomas: Debe de ser muy duro, además, lidiar con este tipo de historias…

Shanai: En The Intercept se ha escrito buen material sobre la idea de qué es realmente la contrainsurgencia. Y en Standing Rock pagaban a la gente. Pagaban a agentes, ya sabes, como TigerSwan, a personas que estaban sobre el terreno simulando ser activistas, infiltrados en el movimiento. Lo tenían vetado. Enbridge tenía vetado específicamente en sus permisos hacer esto. La Comisión de Servicios Públicos de Minnesota dijo que era ilegal que Enbridge hiciese ese tipo de trabajo aquí. Y en lugar de eso pidieron a Enbridge que abriera una cuenta para pagar a policías. Así que pensaron que se lo estaban saltando básicamente vetando ese tipo de contrainsurgencia, pero después creando otra completamente distinta financiando y poniéndose del lado de los cuerpos de policía locales y estatales. Esos agentes de policía viven aquí. Como policías de Aiken County, saben quién soy porque yo también vivo aquí. Así que no necesitan contratar a nadie para venir y contar historias. Simplemente llaman a mis vecinos. Ya sabes, el sheriff llamó a mi madre o mi tía llamó a mi hermano y contaron historias sobre mí. Y fue de manera deliberada para tratar de reducir el apoyo de la gente de aquí.

Oscar: La historia de la infiltración viene desde los tiempos de COINTELPRO y los comienzos del activismo ecológico liderado por indígenas. Dentro de estos espacios activistas la gente es muy reservada y cautelosa porque, por ejemplo, esto fue realmente un problema en Standing Rock. Y la cuestión siempre es la misma: ¿en quién puedes confiar? Y esto siempre ha estado detrás de ese tipo de infiltración. Crear paranoia y desconfianza entre personas que podrían estar trabajando juntas. Así que es todo un desafío. Admiro el cuidado y la vigilancia dentro de esos entornos y el modo en el que las personas responden las unas por las otras. Pero es todo un reto trabajar de esta manera. Shanai: Sí, hubo un montón de conversaciones a lo largo del año pasado sobre cultura de la seguridad y cómo es diferente en los distintos lugares. Ya sabes, algunos de los campamentos y comunidades tenían protocolos de seguridad muy estrictos. Nadie usaba su nombre. Realmente tenías que ser aceptado e invitado a entrar a esos espacios. Y otros eran mucho más abiertos. Nosotros estábamos muy abiertos al público, porque teníamos que estarlo por muchas razones. Y eso lo hizo difícil en algunos aspectos. Y entonces, sí, me acusan. Recibo una repugnante acusación por delito de conspiración y me juzgan en Aiken County por conspiración y por ayudar y ser cómplice de otros activistas. Y se basaba en fotografías y vídeos que había en Facebook. Pero también había policías infiltrados aquí, porque éramos un campamento abierto.

Thomas: ¿También grabas nuevas historias, nuevas historias orales, para la biblioteca del agua? ¿O consiste en su mayor parte en publicaciones históricas que ya existían? ¿Los contrarrelatos que se están inventando hacen que haya prisa por grabar y publicar las historias “reales”, por así decirlo?

Oscar: Es algo que sigue en marcha, todavía en su estado emergente. Pero a través del trabajo de Winona hay una red de conexiones y parte de ella es histórica. Atraviesa los primeros tiempos del Movimiento Indio Americano y la Little Red Schoolhouse, que iniciaron miembros del Movimiento Indio Americano en Minneapolis. Edward Benton Banai, uno de los organizadores de aquello, trabajaba en revitalización y educación lingüística para jóvenes estudiantes. Así que hay un corpus de literatura gracias a eso y por supuesto la propia Winona está publicando muchas cosas. Y además a través de la cabaña la historia oral está siendo más o menos emitida y utilizada para dotar de una historia real y de una base legal a estos espacios. ¿Puedes hablar un poco de esto, Shanai?

Shanai: Sí, la construcción del oleoducto empezó oficialmente hacia el 1 de diciembre de 2020. Ya sabes, empezaron a talar hacia el río y después descubrieron una cabaña Midewiwin que había sido construida por Winona y Tania Aubid. Y resultó que estaba en la ruta del oleoducto. Así que tuvieron que parar las obras. No podían seguir talando árboles y llegar hasta el río porque esa cabaña está protegida por la Ley de Libertad Religiosa de los Indígenas Americanos, así como por los tratados que garantizaron el derecho, porque se trata de terreno público, a cazar, pescar, recolectar, rezar y practicar estilos de vida culturales en ese territorio. Aunque esto llegó a ser motivo de disputa, porque el condado y el estado de Minnesota no respetan en la actualidad aquellos tratados o leyes federales. Y ahí es donde se encuentran los procesos judiciales ahora. Jamie Arsenault, que es el responsable de conservación tribal histórica de Whiter, llegó y terminó parando la construcción en esa zona basándose en aquellas leyes, 300 pies en todas las direcciones desde la cabaña. No debían verse drones sobrevolando y vigilando. Y esa orden de parar las obras fue realmente una protección alrededor de esa cabaña. Y eso se convirtió en la base para posicionarse ante los tratados, y Tania entonces invitó a la gente a venir al territorio, montó un campamento alrededor de la cabaña y cuando Enbridge llegó para perforar, necesitaban estar en ese espacio porque tenían que monitorizar bajo el suelo cuando la perforadora bajaba y se suponía que no podían hacerlo. Y eso se convirtió en un enfrentamiento con la policía. El Departamento de Recursos Naturales y los agentes policiales de Aiken County básicamente escoltaron a Enbridge hasta la zona de esa cabaña violando todos aquellos tratados y la Ley de Libertad Religiosa. Y todo eso está documentado. Y aquello se convirtió un poco en la base de una disputa legal y espiritual, justo en ese lugar. El trabajo que estoy creando toca algo de esto porque la 1855 Treaty Authority terminó escribiendo una serie de memorándums a los estados y las fuerzas de seguridad, recordándoles que estaban violando esas leyes y tratados. Y todo eso es una especie de documentación básica de lo que ocurrió. En aquel lugar. Pero Winona habló de ello: las fuerzas de seguridad dijeron, oh, esto es solo una táctica dilatoria. Construyes esa cabaña justo aquí porque pretendes parar el oleoducto. Y Winona les explicó que la inserción de una cultura no está solo en el pasado. No se trata de toparse con objetos sagrados y entonces tener que parar la construcción. Se trata de gente viva en una cultura que está viva. Así que poder construir una cabaña de oración de la manera que le habían enseñado y del modo en el que se hizo es válido. Y en realidad no importa si está en el camino del oleoducto, el oleoducto no estaba allí cuando ella construyó la cabaña, ¿sabes?, y la construyó con el fin de rezar, que para empezar fue la razón por la que se le pidió que acudiese a esa zona para parar el oleoducto. Eso es. Porque hacer eso forma parte de sus responsabilidades espirituales hacia la Tierra, hacia el Creador. Y para mí eso era en cierto sentido una acción cultural muy, muy poderosa. Ni siquiera sé si ella la consideraría cultural, no sé cómo la interpreta, pero para mí, como artista, fue realmente algo que vi como relacionado con la cultura. Esto realmente tiene que ver con lo que significa para nosotros crear de la manera para la que hemos sido preparados en nuestras culturas y en nuestros lugares.

Oscar: Lo dijiste muy bien, Shanai, y la forma de emitirlo en tiempo real a través de las redes sociales fue algo muy poderoso como momento educacional y pedagógico para todo el movimiento. Pero creo que también para las comunidades de pobladores que viven en esas zonas o que están conectadas con ellas, que no tienen mucho conocimiento de leyes o tratados territoriales o de los verdaderos fundamentos legales de la tierra. Así que aquello fue un momento generoso en cuanto a exponer lo que es la Treaty Authority y también en cuanto a la continuidad espiritual de esas prácticas y el significado y valor subyacente de esos lugares. Y la idea de poder ver eso y seguirlo a través de las redes sociales era publicar, transmitir conocimiento a las nuevas generaciones.

Shanai: Y esa cabaña sigue en pie. Sigue ahí. Y la arboleda a su alrededor estaba protegida. Así que en realidad nunca talaron hasta el río por ese lado y la gente sigue visitando a Winona, sigue acudiendo a Winona y a Tania para rezar y ellas siguen invitando a otros a venir y experimentar ese espacio y a entender en lo posible lo que significa. Y para mí aquello fue un aprendizaje realmente profundo, estar allí y ver a esas mujeres detener un bulldozer, verlas de hecho empujar el bulldozer fuera del bosque hasta la carretera. Fue un momento realmente poderoso. Cuando Jimmy Arsenault llamó y dijo que tenían que establecer el perímetro alrededor de esa cosa, un grupo de nosotros que estábamos allí salimos con cintas métricas y formamos un círculo de 300 pies a su alrededor. Y experimentar eso, de esa manera, con mi cuerpo, estar en aquel lugar y después escuchar a Winona y Tania que querían apoyo para defender ese espacio. Gran parte de aquello, toda la lucha terminó girando en torno a la negociación de aquel espacio. Había un área a la que llamaban la zona de libre expresión que había sido establecida por el sheriff. Había otra área llamada la zona de exclusión, que había sido establecida por el Departamento de Recursos Naturales, y no podías entrar en esa zona, porque te arrestaban. Y después estaba el alivio, la cabaña y la protección a su alrededor. Y nosotros nos movíamos por ese espacio en un intento de impedir más destrucción. Y aquella fue mi experiencia de esa área cercana en la que ahora vivo. Todo ese año consistió en negociar esos distintos espacios.

Thomas: ¿La construcción del oleoducto ha terminado ya?

Shanai: Está acabado. Sí, el oleoducto está acabado. El oleoducto… El petróleo fluye a través de él. Perforaron bajo la cabaña violando todas aquellas órdenes. Y un grupo de nosotros estábamos allí, ¿sabes?, dormimos allí mientras aquello ocurría. Y aquella fue una experiencia realmente traumática para mucha gente, simplemente el estar allí mientras aquello ocurría. Ahora estamos en conversaciones sobre eso. Seguimos litigando en los tribunales sobre cargos concretos por los que la gente ha sido imputada. Y hay casos de derechos a los monumentos están también avanzando en los tribunales. Intentos de hacer a Enbridge responsable de las violaciones que cometieron durante el proceso de construcción. Y eso tal vez requiera una revisión medioambiental del oleoducto, cosa que nunca ocurrió. Nunca se hizo una declaración federal de impacto ambiental.

Thomas: ¿Hablamos sobre el trabajo que estás preparando para la exposición?

Shanai: Estoy haciendo piezas de tela, pero en realidad son cuatro piezas y son en cierto modo estacionales. Estoy utilizando tintes naturales para hacer diferentes colores. O sea, tengo un tinte hecho a partir de caléndulas, pero es medio naranja, y también un tinte hecho a partir de tierra que es como rojo. Y al juntarlos, pienso en ellos como en una especie de mapa de historias, una manera de reflejar un paisaje que tiene sentido para mí cuando se juntan todas esas piezas diferentes. Y utilizo impresión en relieve para introducir imágenes en ciertas secciones y tengo material procedente de la zona de obras. Y esa tela de alta visibilidad que llevan todos los obreros de la construcción y los naranjas que se utilizan en el riprap y todo eso que está allí para señalizar, y lo incorporo a una ilustración que es como una instantánea de esa zona, mostrando cómo está ensamblada. Y cómo cambia. Y también estoy trabajando con algunos de los documentos que mencionaba, como la orden que se estableció sobre la cabaña. Había un mapa dibujado de la cabaña y el perímetro de 300 pies que es realmente inspirador.

Thomas: El que las cosas estén hechas a mano parece un aspecto clave para ambos. Nos contabas cómo los cuerpos incorporan y traducen todo lo que ha ocurrido allí. Entiendo que incluso para realizar e imprimir esta publicación, es necesario que ocurra allí, tiene que estar hecha por hombres y mujeres.

Shanai: Creo que para mí poder crear con mis manos es realmente sanador. Quizá esto suene algo manido, pero han ocurrido tantas cosas a lo largo del último año y medio que para mí fue imposible tomarme ese tiempo para hacer cosas. Y poder invertir tiempo en reflexionar sobre mi experiencia como yo sé y me hace sentir bien es realizar un trabajo. Y quiero poder ofrecer esa experiencia a otros, concretamente a otros activistas y artistas que hayan pasado tiempo aquí. Ya sabes, había cientos y cientos de personas que llegaron en el último año y se quedaron con nosotros durante un día o una semana o nueve meses. Y quería poder invitar a la gente a regresar y a pasar un poco de tiempo con el agua, a visitar la cabaña, a ver la tierra en una estación diferente a la que quizá la vieron anteriormente. Y poder hacer algo a partir de eso e invitar a otros artistas que estén haciendo un trabajo relacionado a venir aquí como oportunidad para la investigación o como residencia. Y tenemos algo de espacio de estudio y también alojamiento, dos Barracones donde la gente se puede quedar. Creo que todo esto proviene de la visión de Winona, cuando la visión de Winona se encuentra con la mía y la de otros que llegaron aquí para tomar parte en la lucha. Hace poco compramos una impresora Risograph y la tenemos aquí. Y pensando en la escuela del agua y el futuro de bibliotecas y publicaciones, queremos poder publicar cosas aquí. Me gustaría que artistas y activistas pudiesen venir y pasar algún tiempo aquí y después poder sacar sus propias publicaciones. Aquí mismo.

Oscar: Si, y más allá del horizonte del oleoducto lo que realmente hay es una vibrante sensación de comunidad y conexión con este lugar que es increíblemente hermosa. Es un extraordinario espacio de Naturaleza, tierra y agua, y las conexiones van más allá del oleoducto, son conexiones culturales. En un amplio sentido, esa comunidad en concreto es un faro, un poderoso ejemplo de lo que la cultura rural es capaz de lograr. Pienso que muchas veces la cultura avanzada se considera un fenómeno estrictamente urbano que ocurre en grandes ciudades, y mi experiencia en la Minnesota rural es que hay un montón de activismo comprometido y de arte arriesgado que se está produciendo allí. La idea de continuidad, y de continuación, es importante dentro del contexto de la práctica del arte socialmente comprometido. Para mí es liberador saber que lo que estoy haciendo es solo una pequeña parte de un movimiento más grande. Lo hago lo mejor que puedo con las herramientas que tengo disponibles, pero trato de no cargar con el peso de la nada realista idea de que puedo producir resultados inmediatos o resolver algo yo solo. Algunos de mis trabajos para el show son ventanas, prototipos funcionales de ventanas para la escuela del agua de Winona. Intento seguir siendo pragmático y adopto una idea utilitaria de la escultura. Trato de pensar en cómo puedo ser útil.

Thomas: Las alianzas entre no nativos, como vosotros dos, y nativos es algo que debe de ser clave para esa continuidad. Entendemos cómo Winona ha sido fundamental para tu comprensión de lo que está en juego, también en el trabajo que estáis haciendo allí.

Shanai: Creo que es necesario hablar mucho más de esto, porque parece que se está desarrollando un nuevo enfoque consistente en que los descendientes de pobladores no indígenas están llegando a este activismo basado en la tierra como una manera de repararla. Tenemos algunos proyectos agrícolas para crear una cultura regenerativa menos dependiente de la extracción y vivir una relación más correcta con este lugar. Pero también siendo realmente honestos sobre lo que nos trae hasta aquí. En fin, ya sabes, mi relación con esta tierra es muy diferente de la de Tania Aubid. Las dos crecimos en lo que se llama Aiken County. Pero ella es la superviviente de un genocidio. Y yo estoy aquí como descendiente de personas que desalojaron violentamente a su pueblo de porciones concretas de tierra. La cultura colonizadora domina el sistema legal y sigue negando a la gente sus derechos para practicar sus libertades religiosas y estilos de vida aquí. Y todo esto tiene que incluirse en el debate sobre lo que estamos haciendo cuando creamos cultura juntos. Y creo que es ahí donde realmente espero centrar mi propio trabajo de activismo y mi arte el próximo año, y probablemente el resto de mi vida. Porque no es algo fácil. No es rápido. Y me he comprometido a quedarme aquí. Todo lo que pueda, quiero decir, quizá no esté aquí siempre. Estoy aquí. Continué con la invitación, ya sabes, trabajando aquí. Pero quiero quedarme en esta zona y seguir con ese trabajo cultural.

Oscar: Las lecciones de la ecología indígena son realmente esenciales ahora mismo para mantener la salud de nuestro entorno, ya sea en Minnesota o en San Sebastián. El profundo conocimiento generacional de cómo el agua se mueve bajo tierra es algo a lo que la ciencia solo está llegando ahora. Y en cuestión de ecosistemas forestales, de cómo funcionan los bosques saludables. La ciencia occidental tiene mucho camino por delante para comprender algunos de los preceptos básicos de los que los indígenas llevan hablando mucho, mucho tiempo. Así que en lugar de pensar en sistemas y economías globales, estamos en un punto en el que se hace necesario reinvertir en conocimiento local. Para mí es fundamental comprender esto: el agua nos conecta a todos y pertenecemos al agua en la que vivimos. Llegar a conocer el agua que bebemos podría ser una parte esencial de nuestra educación y nuestro sentido de pertenencia al mundo. Shanai, tu proyecto artístico público Water Bar demuestra esto de un modo muy profundo. Solo sirves agua. Así que la gente se ve animada a experimentar un lugar probándolo. Es al mismo tiempo esencial y etéreo. El conocimiento basado en el lugar está ahí. Tenemos que ser conscientes de cómo ese conocimiento se distribuye. Pero también hay ahí una especie de extractivismo, y las prácticas extractivas incluyen la extracción de conocimiento. Si realmente queremos restaurar los ecosistemas, no puede ser a expensas del conocimiento local.

Shanai: Un tipo de mentalidad capitalista o colonialista puede calar en la gente, en sus conocimientos, incluso en la cultura del activismo, de tal modo que se convierte en extractiva o apropiativa. Y eso es algo de lo que se habla mucho. Creo que debemos ser muy conscientes de esto, y eso significa reflexionar siempre sobre el tipo de conceptualizaciones en las que estoy trabajando o desde las que estoy mirando. Se trata de desafiarme a mí misma y a otros a mi alrededor a no continuar actuando de maneras extractivas o explotativas o que borran las contribuciones de los indígenas. Y también siempre debo tener respeto por todo lo que no es para mí, ¿no? Hay muchas cosas que se conservan en el interior de las comunidades nativas y que deberían ser respetadas, hay maneras de hacer las cosas, hay prácticas y protocolos, y algunos de ellos son abiertos y otros no. Y hay una historia de violencia que subraya por qué esto es importante. Pero siempre hay trabajo que hacer. La palabra pertenencia es extraña, pero todos nosotros tenemos una conexión realmente profunda con el agua y la tierra si podemos acceder a ella. No hace falta apropiarse de otra cultura para encontrar nuestra conexión. El idioma es algo muy importante. Como has dicho, Oscar, las ecologías indígenas son realmente vitales para la salud futura de este planeta, de la gente y de la tierra. Y creo que mucho de eso está insertado en el idioma, así que trato de apoyar la revitalización de la lengua indígena como puedo. Creo que es algo importante. E incluso las formas de hacer eso en nuestro día a día… Lo he estado intentando, voy a empezar a tomar clases de lengua anishinaabe, hay una mesa online del idioma a la que todo el mundo está invitado. Quiero averiguar cómo podemos incorporar la lengua anishinaabe en el trabajo que estamos haciendo aquí en la tierra.

Oscar: Eso es fantástico. Yo incluso me atrevería a decir que es necesario hacer este trabajo en la engua original. Llevo toda la vida aprendiendo la lengua lushootseed. Los niveles de conocimiento están muy incrustados en la propia lengua y es algo que no se puede simplemente traducir palabra por palabra. Hay formas de ver el mundo incrustadas en el lenguaje. El hecho de que cualquier idioma establece conexiones dentro de sí mismo es intuitivo y puede describir un paisaje o una cosmología o un mundo. Podemos introducirnos en esa manera de pensar y hablar y escuchar al mundo natural, porque también está lo literario y está el sonido, la música y la lengua que pueden describir un lugar.

Thomas: Hemos hablado sobre cuál es la situación de la lucha ahora que el oleoducto está a pleno rendimiento. Pero ahora incluso hay más minas allí, de extracción de níquel, especialmente para Tesla.

Shanai: Bueno, sí, todavía no han conseguido su permiso, pero es en lo que estamos trabajando. Una de las cosas que estoy haciendo al quedarme aquí en Aiken County e implicándome en este tipo de organización es que sabemos que van a tratar de abrir una mina de níquel. Van a tratar de conseguir sus permisos el año que viene. Están haciendo perforaciones exploratorias ahora mismo. Tienen cinco perforadoras funcionando 24 horas al día, siete días por semana, y están trabajando para conseguir sus permisos. Tienen un acuerdo con Tesla para comprar el níquel una vez que lo extraigan del suelo. Y la mina está de hecho situada en la cabecera del río. Está en la cuenca del río Mississippi, justo al lado de varios de los mejores lagos para el cultivo de arroz de esta región. Y el National Wildlife Refuge, el Rice Lakes Refuge, la comunidad East Lake, de donde es Tania, y la comunidad Sandy Lake están todos justo al lado de esta mina proyectada. Y ahora estamos trabajando. Estoy trabajando con Honor the Earth como organizadora cultural. Y el trabajo que estoy haciendo tiene que ver con crear redes y tratar de desarrollar un trabajo cultural de modo de que cuando llegue el momento de que reciban sus permisos tengamos un movimiento más cohesionado sobre el terreno que el tuvimos en la lucha contra el oleoducto Line 3.

Thomas: Aquí en Europa, porque Europa depende mucho del gas y el petróleo rusos, este es un problema muy grave en este momento. ¿Cuáles son las repercusiones de la guerra en Ucrania en Estados Unidos, que depende menos del gas y el petróleo procedentes de Rusia?

Shanai: Bueno, la administración Biden firmó una orden ejecutiva autorizando lo que se denomina la Ley de Defensa de la Producción. Y básicamente permite que el dinero del gobierno federal se destine a la minería dentro del país y a otras fuentes de energía. Y han incluido en la lista de los proyectos que la administración Biden apoya una mina que está siendo desarrollada aquí llamada Talon Mine. Creo que va a haber un montón de cambios 

políticamente. Y se parece mucho de nuevo a la lucha contra el Line 3, excepto que ahora la administración Biden, los demócratas y algunas personas que habrían sido aliados en un movimiento para parar un oleoducto están considerando esta mina como una mina verde, lo que es mucho greenwashing.

Se está dando un gran cambio. Y, ¿sabes?, se han propuesto tres minas de sulfuro aquí en Minnesota. Nunca habíamos tenido este tipo de minería en Minnesota, minería de roca dura, que es peor que las minas de hierro y que causa drenajes ácidos, porque los minerales están en una roca que contiene azufre. Así que cuando expones eso al agua y al oxígeno, crea ácido. Y todas esas minas se han propuesto en humedales. Así que hay un montón de agua y es la receta para un desastre medioambiental. Y hay mucha gente oponiéndose a esto. Llevamos casi dos décadas de oposición a esa mina. Esta es totalmente nueva, en cuanto a que es una mina que está propuesta, y parece que varias personas están dispuestas a 

venderse en Aiken County. He oído a la gente decir que esto nos devuelve a la idea de los pantanos y el barro y los lodazales. Piensan que es simplemente un gran pantano y no se sabe mucho acerca de qué y quién hay aquí en realidad. Y parte del trabajo cultural que estamos haciendo tiene que ver en realidad con dar más visibilidad a las comunidades indígenas de aquí. 

Thomas: Muchísimas gracias a los dos por esta fantástica conversación.


 

Hacemos lo que podemos  

Shanai Matteson

 

 

Mi hija de seis años está inquieta

Sostiene un puñado de tabaco que le ha dado 

una abuela

Al viento y los árboles que la rodean, 

como si fuese su traductora

Mi hija les dice,

Esta oración sería más fácil 

si hubiésemos traído un fuego con el que -hablar

*

Aquella noche sueño que anidamos

en el codo de un abedul que sigue creciendo

Sobre el cruce del río Mississippi

salvado de la tala

Nuestros ojos revolotean entre los -movimientos

del agua y de máquinas que remueven la tierra

Hombres con chalecos fluorescentes

han ocupado la zona de obras.

Recogen ramas y forman con ellas grandes pilas,     

Y las prenden cada noche en el crepúsculo.

Hasta que ya no quedan ramas que quemar

*

Entonces

se van

*

Los colibríes

son leales a sus bosques

Otros huyen cuando llegan los fuegos,

pero ellos se zambullen bajo la superficie

Recogiendo ríos en sus pequeños picos

para regresar a los árboles con un mensaje

Hacemos lo que podemos

*

Hacemos lo que podemos,

suspendidos entre mundos durante un tiempo

Nuestra tierna piel emerge

del invierno y se adentra en un clima cálido

*

¿Recordarás

dónde estás?

*

Recordaré

Sentirme pequeña

e indefensa

El sonido de máquinas

talando en la oscuridad

*

Pero si un colibrí

puede detener un oleoducto

Entonces nosotros también

tenemos un propósito

*

Mantente inquieta

Niégate a marcharte

Enciende pequeños fuegos,

aprende lo que significa

cuidar de algo

*

Cuéntale al viento y a los árboles

Que somos

gente sanando la tierra

Que somos

sanadores de la tierra.

 


Cauce del río

Shanai Matteson

 

 

“No vine aquí a enamorarme…”

Eso es lo que dijeron mientras se preparaban para marcharse.

“…vine aquí a parar un oleoducto”.

*

Sentados sobre un muelle suspendido sobre tierra firme, un muelle que construimos juntos en primavera, admitimos que no podemos parar un oleoducto, pero nos estamos, después de todo, enamorando.

*

Lo llamamos cauce, ese espacio entre los -bordes del agua.

Toda la tierra sobre la que fluye un río.

Una topografía en constante cambio oculta por movimientos.

*

El río acababa de desbordar sus orillas cuando llegaron, ensanchando el cauce. Un pequeño grupo de nosotros caminamos hasta llegar al agua, y después pasamos horas saltando de un árbol talado a otro, rescatando barcas que se habían desenganchado y otros escombros atrapados contra las ramas.

*

Esa noche y cuatro días después plantamos tiendas en estrechos tramos de suelo elevado a lo largo del fondo del río, islas temporales a las que dimos nombres temporales:

Mud Sucking Blues Island.

Island of Lost Keys.

Only Sometimes Island.

Dormimos juntos en aquel viejo cauce.

Dormimos dentro de aquella inundación.

*

“No viniste aquí a enamorarte, pero eso es exactamente por lo que estoy aquí”.

Traté de explicar mi mirada, de la que acababan de decirme que era como esa inundación de primavera, turbia y rápida.

“Vine aquí a enamorarme de este lugar… a aprender su idioma”.

*

En el agua, mirando a los trabajadores del oleoducto observándonos entrar sin permiso. Traspasar fronteras que rechazamos aceptar, puesto que todas las fronteras implican la violencia de su imposición.

Sintiendo sus ojos sobre nuestra piel desnuda y el blando cauce del río bajo nuestros pies, preguntamos,

“¿Sabéis siquiera dónde estáis?”

Y,

“¿Sabéis a qué habéis venido?”

*

¿Qué os ha traído aquí?

La ira.

La responsabilidad.

Un instinto.

Un post en Facebook

La prisa por proteger lo que quede.

¿Qué habéis encontrado?

Un río que se eleva y cae.

Un movimiento serpenteante y creciente. 

Seres vivos que algunos conocen como -familiares.

¿Qué os ha encontrado?

Un río cubierto con una manta de hielo.

Hielo fuera, río abierto.

Temporada de barro, todo es río.

Sequía, el río desapareciendo.

*

En solo unos meses el agua había retrocedido más de 10 pies, dejando al descubierto el fondo del río, estrechando el cauce.

Mejillones sin aliento al calor del sol.

Barro seco y agrietado.

Arruruz mustio.

Fue una sequía que llamaron histórica, porque decir que algo es histórico suena mejor que decir que está condenado.

*

En medio de todo, la compañía del oleoducto siguió bombeando agua del río y llevándosela en grandes camiones cisterna.

Tratamos de detenerles, pero fuimos incapaces de detenerles.

El sonido de los camiones día y noche se -convirtió en parte de nuestro paisaje onírico.

*

Por la noche, junto al río, nos reuníamos -alrededor del fuego y contábamos nuestras historias.

Nos mirábamos a los ojos y nos preguntábamos cómo podíamos encontrarnos los unos a los otros en esa oscuridad y cuánto tiempo nos quedaba para estar juntos, aquí.

Durante el día nos reuníamos alrededor del agua y la mirábamos mientras cambiaba.

El río era un lecho en el que enfriar nuestros

cuerpos, en el que descansar, en el que -liberar nuestras lágrimas, en el que flotar entre la -violencia y el caos, en el que comprometernos y desnudar nuestras almas.

*

Fuera de nuestra vista, tras un recodo del río:

Se talaban árboles, se cavaban zanjas, se 

-enterraban tuberías.

Fuera de nuestra vista, pero podíamos oírlo y sentirlo.

*

Durante un año la policía llegó.

La gente resistió a pesar de todo.

Algunos fueron acorralados y arrestados -inmediatamente.

Otros fueron seguidos y acosados durante meses

*

Antes de que nada de esto ocurriese, tuve un sueño sobre aquel paisaje.

*

Soñé con mis abuelas:

Una de ellas en el jardín de la finca de su -familia, que estaba justo carretera abajo desde allí donde el oleoducto cruzaba el Mississippi; la 

otra en la orilla del lago Superior, que es donde termina este oleoducto.

Ambas parecían estar diciéndome “Toca esta tierra, siente esta agua”.

Parecían estar preguntándome: “¿Dónde -estás?”.

*

El sueño iba sobre construir un lugar juntas, pero entonces no lo sabía.

El sueño iba sobre enamorarse de un lugar, y de una gente, sabiendo que esto -significaba -mudarme para unirme a una lucha para -protegerlos.

*

En el sueño, había gente conmigo.

Los había estado buscando en la oscuridad.

No se trataba solo de parar un oleoducto.

Se trataba también de descolocarnos a 

-nosotros mismos.

*

“Para detener un oleoducto, tienes que -averiguar dónde comienza”.

Todo el año buscamos hacia el interior en pos de alguna señal de aquella misma avaricia, de aquel egoísmo, o de aquel deseo de consumir y controlar.

*

Dormimos junto al río durante aquellas noches en las que estaban perforando.

Lo recuerdo porque no era realmente dormir, sino algo así como soñar despierto.

Podía sentir la vibración de la perforadora en el

suelo debajo de mí, y en mi cuerpo.

Algunos se despertaron enfadados y confusos,

Otros entumecidos por el dolor.

*

Yo estaba atrapada en medio, en algún lugar.

*

Una de aquellas noches, los agentes de policía entraron sin encender sus linternas.

Estaba tan oscuro que apenas podíamos -verlos, pero podíamos oírlos caminar -alrededor de nuestro campamento, podíamos ver a través de las estrechas aberturas de nuestras -tiendas el destello de las pantallas de sus móviles mientras se movían entre los árboles.

En aquel momento cada músculo de mi -cuerpo se bloqueó, como si mi cuerpo -estuviese -tratando de cerrarse o plegarse para -convertirme en un ser más pequeño, uno que pudiese esconderse en el fondo embarrado.

*

Los imaginé agarrando a alguien, -tirando de ella y llevándosela, o descargando “-accidentalmente” un arma contra una tienda en la que dormían mujeres. 

Eso no ocurrió, pero los policías tomaron fotos 

y después se marcharon sin decir una palabra.

*

Unas cuantas noches después, cuando una de las personas que estaba vigilando -nuestro campamento vino a controlarnos mientras -dormíamos, me sobresalté y me senté erguida en la cama. 

No estaba despierta, pero tampoco -exactamente dormida.

Jadeaba en busca de aire, incapaz de respirar

Él se paró fuera de mi tienda, alumbrándola con una linterna.

Había tenido un sueño subacuático. No fue desagradable. El agua era tibia y suave. Me colgué del cuerpo de una amiga mientras -permanecían de pie en la corriente, pero una voz aterrorizada me despertó diciendo.

“¡Soy yo! ¡Solo soy yo! Lo siento… No quería asustarte”.

*

El miedo fluye entre y a través de nosotros, moviéndose sobre nuestra piel como ese río sobre su lecho. Esos momentos dragan -recuerdos desde nuestras profundidades.

Recuerdos de agua y violencia.

Recuerdos de tierra y de la violencia de la -extracción.

Como si estudiásemos muestras, examinamos las capas. Hacemos todo lo que podemos para aferrarnos los unos a los otros en la corriente que nos empuja.

*

Es una pena que hayamos confinado el sexo al dormitorio, y que lo hayamos hecho parecer un acto singular, solo para nuestro placer.

Aquel verano, tuvimos sexo en el cauce del río, con nuestros dedos y talones hundiéndose en el barro. 

Lo hicimos de pie en el agua y tumbados al sol en el borde temporal del agua.

Hicimos el amor frente a la policía, y fuera de la cárcel.

(dentro también).

Durmiendo en el jardín del juzgado. Esperando a que liberasen a quienes amamos.

E hicimos el amor en la cocina, -alimentándonos los unos a los otros. Reproduciendo una -resistencia. Gritándole al bosque y todos los que en él estaban que había algo que -compartir.

*

Compartíamos lo que hacíamos.

*

Cuando el oleoducto se completó, la gente empezó a marcharse.

Fue duro estar en un lugar que había sido -violado de aquella forma, o estar con personas que habían dado tanto, y ahora estaban inundadas de pena.

Personas con la que habíamos dormido.

Personas a las que amábamos.

*

Algunos se quedaron un poco más.

Caminamos por los senderos que habíamos construido con nuestros movimientos -durante todo el verano, ahora cubiertos de hojas -caídas, y encontramos pruebas de nuestro amor y nuestro desamor por todas partes.

Dijeron que el petróleo había empezado a fluir.

Pero en realidad no lo creímos.

*

Un helicóptero nos sobrevoló, monitorizando la tierra desde el aire, convencido de que habían ganado.

Les hicimos una peineta.

Y después hicimos el amor en pleno suelo.

“¿Qué crees que recordarán?” 

Preguntan, apilando madera para el invierno, aunque no tienen intención de quedarse.

“¿Quién?”

“Los trabajadores. Vuestros hijos… Todos los que siguen aquí”.

*

Espero que sean quienes sean y allá donde -estén, recuerden al menos esto:

Hicimos el amor.

Nunca nos derrumbamos.

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